“Chile es un país de inmigrantes”, es una de las ideas centrales del ex ministro de Salud, Jaime Mañalich, para poner dentro de los focos de sus propuestas legislativas la creciente llegada de extranjeros. El descendiente de catalanes, advierte que por razones políticas, económicas y por el cambio climático, éste será uno de los principales desafíos a nivel mundial; siendo necesario llegar a acuerdos internacionales para su gestión.
En el caso local, defiende la idea de ver el potencial del gran número de personas que vienen en búsqueda de mejores condiciones de vida, pero también con el anhelo de contribuir.
“La inmigración en Chile es necesaria, la tasa de crecimiento de nuestra población es muy baja y ser un país de solo 19 millones y medio de habitantes es muy malo para el futuro. En ese sentido creo que el nuevo parlamento debe impulsar una legislación adecuada para esta situación”, comenta.
También se detiene en la que califica lamentable diferenciación que se hace de acuerdo al país de procedencia de las personas que ingresan al país. “Si viene un europeo o un argentino no se les denomina inmigrantes. La palabra migrante tiene una cargar peyorativa muy dolorosa y lamentablemente pareciera ser que hay extranjeros que vienen a Chile de una clase y otros de otra clase”, explica.
Para Mañalich es fundamental que la legislación defina claramente los derechos de este grupo de la población y los garantice en cuanto pisen territorio nacional. En esta línea, dentro de sus propuestas para extranjeros que escogen Chile como su hogar está el acceso a un Plan de Salud para la protección de estas familias y un Seguro Único de Salud con los mismos requisitos solicitados para los ciudadanos nacidos en Chile.
