Un 12,8% de la población chilena se considera perteneciente a algún pueblo originario según el Censo 2017, es decir, más de dos millones de personas; predominando mapuches, aymaras y diaguitas. En su época como ministro de Salud Jaime Mañalich tuvo una especial cercanía con los pueblos originarios, con quienes trabajó activamente post terremoto de 2010.
En su camino al Senado juegan un rol fundamental en su visión de Chile, considerando que “hay una deuda pendiente y es necesario encontrar la paz”. Para avanzar en ese anhelo se reunió con representantes de la Corporación de Profesionales Mapuches (Enama); el Centro de Política Indígena Rakizuam; el Consejo Político Mapuche; y el Consejo Político Primeras Naciones.
“La principal demanda que tenemos es poder ejercer nuestros derechos dentro de un Chile al que amamos y por el que no sentimos antipatía. Estamos orgullosos de ser indígenas y nos reconocemos como tales, por eso queremos complementar manteniendo nuestra cultura y nuestra cosmovisión”, explicó Hugo Alcamán, presidente de Enama.
Con respecto a los actos de violencia registrados en la Macrozona Sur, los participantes de la reunión virtual declararon no avalar el accionar de grupos como la Coordinadora Arauco Malleco. “En la Araucanía somos cerca de 350 mil mapuches y los que usan la violencia y el sabotaje como mecanismo político son minoritarios, queremos instaurar una tercera vía para buscar acuerdos a través del diálogo”, agregó Alcamán.
Durante la conversación también se expusieron necesidades como viviendas con pertinencia mapuche; ampliar los hospitales interculturales, que ya existen en la Araucanía, al resto del país; y fomentar la educación.
En esta línea, el candidato a senador por la Región Metropolitana, Jaime Mañalich, propone una ley de promoción para la educación indígena, no solo a nivel primario y secundario; sino también orientada a la educación superior. “Se debe instaurar un programa de becas para carreras técnicas y universitarias, de distintas áreas, que considere un compromiso de retorno. Es decir que, una vez titulados, estos jóvenes vuelvan a sus comunidades para contribuir al bienestar de éstas”, señaló.
De acuerdo con cifras de Enama, existen 135 mil profesionales en el país pertenecientes a pueblos originarios y 245 mil estudiantes de educación superior.
